La osteopatía pertenece a la medicina manual. Se basa en el concepto de que las enfermedades y sus síntomas no son una coincidencia o una falla repentina, sino una cadena lógica de diversos trastornos e influencias, como los accidentes, las operaciones, la herencia y el estrés. Sólo la combinación de estos trastornos, a menudo persistentes, prepara el terreno para las enfermedades. El terapeuta no sólo se esfuerza ahora por aliviar los síntomas, sino que en colaboración con su médico trata todos los sistemas del cuerpo (articulaciones, músculos, órganos, nervios) de tal manera que se logre un equilibrio físico general, lo que conduce a un organismo sano. Por lo tanto, la osteopatía es especialmente adecuada para el tratamiento de enfermedades crónicas. El objetivo no es sólo aliviar el dolor, sino también mejorar de forma sostenible las funciones corporales y, de este modo, fortalecer la salud, incluido el efecto preventivo beneficioso.

La disfunción craneo-mandibular (DMC) causa molestias que están directa o indirectamente relacionadas con la cabeza y las articulaciones de la mandíbula, así como con los huesos del cráneo.
Las causas de una movilidad alterada de las articulaciones temporomandibulares y de altas cervicales pueden ser, por ejemplo, lesiones por latigazo cervical, accidentes con moretones en el cráneo, mala posición de las articulaciones temporomandibulares y maloclusión de los dientes, pero también una mala posición de la pelvis o cambios en la columna cervical o torácica. Por ejemplo, una postura desfavorable de la cabeza hace que la mandíbula inferior se mueva hacia atrás, de modo que los dientes ya no muerden exactamente. Incluso las extracciones de dientes en las que el diente perdido no es reemplazado por un puente o un implante pueden llevar a una maloclusión y los dientes adyacentes se mueven gradualmente hacia el espacio.
Como consecuencia a largo plazo, pueden ocurrir cambios muy dolorosos en las articulaciones temporomandibulares.
La terapia craneosacral es una forma muy suave de terapia y sin embargo causa cambios positivos profundos. El tratamiento se centra en la cabeza (cráneo) y el sacro. Estos puntos de conmutación pueden utilizarse para liberar tensiones superfluas en todo el cuerpo. La terapia craneosacral es particularmente adecuada para el dolor crónico de cabeza y espalda y para la relajación física y mental intensiva.