LA OSTEOPATÍA ES MEDICINA
La osteopatía es una forma de medicina independiente y holística en la que el diagnóstico y el tratamiento se realizan con las manos. La osteopatía llega al fondo de las causas de las dolencias y trata a la persona como un todo.
Hace más de 140 años, el médico estadounidense Andrew Taylor Still desarrolló los principios de la osteopatía tras intensas investigaciones y fundó así una nueva forma de medicina. Desde entonces, la osteopatía no ha dejado de desarrollarse.
DÓNDE FUNCIONA LA OSTEOPATÍA
Nuestro organismo está formado por innumerables estructuras, todas ellas interconectadas directa o indirectamente. Una conexión importante es la que crean las llamadas fascias. Se trata de finas vainas de tejido conectivo que rodean todas las estructuras y que, en conjunto, forman una gran fascia corporal. En su mayoría, las fascias reciben poca atención en la medicina ortodoxa, pero para la osteopatía son de gran importancia. Las fascias también conectan estructuras que no tienen nada que ver funcionalmente. Por lo tanto, desde el punto de vista de la osteopatía, pueden transmitir cambios, lo que explica que las molestias se produzcan a menudo en un lugar diferente al de la causa.
CÓMO FUNCIONA LA OSTEOPATÍA
La osteopatía se basa en los propios poderes de autocuración y autorregulación del cuerpo. Las enfermedades y los trastornos suelen surgir porque el organismo pierde la capacidad de autorregulación. Aquí es donde entra en juego la osteopatía, que moviliza los poderes autocurativos del cuerpo.
Cada parte del cuerpo, cada órgano, necesita suficiente libertad de movimiento para funcionar de forma óptima. El objetivo de los tratamientos osteopáticos es liberar los bloqueos y la tensión de los tejidos y, por tanto, restablecer la movilidad. Los osteópatas siempre buscan las causas de las dolencias y no se limitan a tratar los síntomas individuales. No tratan las enfermedades en sentido estricto, sino sus desencadenantes, como los trastornos del movimiento.
LA OSTEOPATÍA TAMBIÉN TIENE UN EFECTO ACOMPAÑANTE
La osteopatía se utiliza en muchos campos de la medicina. La osteopatía puede ser completamente suficiente como primera y única medida médica.
Sin embargo, en función de los síntomas, también puede utilizarse como tratamiento complementario e interdisciplinar a otros tratamientos médicos. Este último es especialmente útil en el caso de patologías graves, es decir, de enfermedades serias.
LOS OSTEÓPATAS SE TOMAN SU TIEMPO
Tras una anamnesis detallada en la consulta previa, el diagnóstico y el tratamiento se realizan con las manos. Durante el examen, los osteópatas palpan el tejido humano capa por capa y así palpan estructuras más profundas como los músculos, las fascias, los huesos, los nervios, los vasos sanguíneos y los órganos internos. De este modo, se diagnostican las restricciones de movimiento y las tensiones. Detectar una disfunción física de esta manera requiere años de entrenamiento táctil intensivo.
Los osteópatas tardan hasta una hora de media en realizar un tratamiento. Sin embargo, el curso exacto del tratamiento depende de cada caso. No es infrecuente que la reacción a un tratamiento osteopático no se manifieste hasta pasado un tiempo. Para lograr el éxito con determinados cuadros clínicos, es de esperar que se realicen varios tratamientos.
Cráneo = cráneo; mandíbula = maxilar inferior;
disfunción = trastorno funcional)
La disfunción cráneo-mandibular (DCM) provoca molestias relacionadas directa o indirectamente con las articulaciones de la cabeza y la mandíbula y los huesos del cráneo.
Las causas de la alteración de la movilidad de la articulación temporomandibular y de las altas cervicales pueden ser, por ejemplo, las lesiones por latigazo cervical, los accidentes con contusiones craneales, la mala posición de las articulaciones temporomandibulares y la maloclusión de los dientes, pero también una mala posición de la pelvis o cambios en la columna cervical o torácica. Por ejemplo, una postura desfavorable de la cabeza hace que la mandíbula inferior se desplace hacia atrás, de modo que los dientes ya no muerden con precisión. Las extracciones de dientes en las que el diente que falta no se sustituye por un puente o un implante también pueden provocar una maloclusión y los dientes adyacentes se desplazan gradualmente hacia el hueco.
Como consecuencia a largo plazo, pueden producirse cambios muy dolorosos en las articulaciones temporomandibulares.
La terapia craneosacral es una forma de terapia muy suave que, sin embargo, produce cambios positivos profundos. El tratamiento se centra principalmente en la cabeza (cráneo) y el sacro. Las tensiones superfluas de todo el cuerpo pueden liberarse a través de estos puntos de conmutación. La terapia craneosacral está especialmente indicada para los dolores de cabeza y de espalda crónicos y para la relajación física y mental intensiva.
